Dejaste de lado tus sueños para que yo soñase.
Derramaste lágrimas para que yo fuera felíz.
Perdiste noches de sueño para que yo durmiera tranquilamente.
Creíste en mí, a pesar de mis errores.
Ser educador es ser un poeta del amor.
Jamás olvides que llevaré para siempre un pedazo de tu ser dentro de mí.
Augusto Cury.
No hay comentarios:
Publicar un comentario